domingo, 18 de mayo de 2008

Inicia una era ¿Termina otra?

Dios te libre de vivir epocas interesantes
-Proverbio árabe-

La gente común cree que el ser inventor es cosa sencilla. Como miembro del gremio debo decir que no lo es. Un inventor debe estar pendiente tanto de las necesidades del mundo en el que vive como de los avances de la tecnología. Debe tener una visión creativa y la imaginación despierta en cada momento de su vida. Debe pretender mejorar cualquiera de las desventajas o defectos que se presenten en cualquier actividad.

Aun que los inventores no pretendemos hacer ningún tipo de negocio con nuestras ideas, debo confesar que muchas veces las recompensas por nuestro trabajo pueden ser generosas. Es por ello que también es tarea de un inventor el apresurarse a ser el primero en patentar un invento.

Acabo de enterarme que Amazon lanzó comercialmente a finales de año pasado uno de mis inventos (y como suele sucederme también de alguien mas) y aun que yo había pensado llamarle li-pod o i-book, mi competencia decidió llamarlo Kindle. Veamos como lo define la Wikipedia:

Kindle es un e-book, o dispositivo portátil que permite almacenar y leer libros digitalizados. Creado por la tienda virtual Amazon, fue lanzado comercialmente a fines del 2007.
Kindle cuenta con una pantalla electrónica de alta definición y es completamente inalámbrico. Los títulos de los libros se compran en forma electrónica desde cualquier lugar en que haya servicios de teléfonos celulares de la compañia Sprint, y en este momento Kindle no puede funcionar en paises fuera del EU. Su peso es de sólo 300 gramos y la batería puede durar hasta 30 horas. El precio de lanzamiento es de US$399, y cada título de libro se vende en unos US$10.
Hasta aqui el copy-paste.

Posiblemente cuando cobre popularidad el precio bajará. El acervo de libros digitales se incrementará y estará al alcance incluso de la clase media. El Kindle goza de algunas virtudes sobre el libro que conocemos. Desde el poder acomodar el tipo y tamaño de letra a nuestro antojo (o anteojo) hasta tener una biblioteca considerable en cuestión de minutos. Los creadores de este proyecto han sugerido a los autores que deseen participar, que ellos mismos pongan precio a su libro obteniendo regalías del 35%. Los autores ganan, los lectores ganan. Al parecer todos ganaron menos yo....

¿Habremos llegado a una nueva revolución como la de la imprenta de Gutemberg? (En la que mi nombre no aparecerá ) El trabajo de aquellos artistas medievales llamados copistas terminó con el invento del alemán. Los que se negaron a aceptar la imprenta se extinguieron al poco tiempo. La lectura tuvo una revolución que nunca antes se había visto. Lo mismo hemos visto que ocurre con el disco compacto, el i-pod, el cine sonoro y la fotografía digital. Al parecer aqui los afectados son (al igual que las disqueras en el controvertido y revolucionario caso de In Rainbows de Radiohead) las editoriales y las imprentas. Ni modo. Veremos seguramente los mismos problemas de siempre; piratería, fraudes, plagios y todo lo correspondiente a la era del internet (tal vez nos hartemos de cerrar pop-ups en medio de nuestras lecturas).

Nos toca vivir nuestra propia era en la que el coleccionista de libros sea tal vez el tipo necio que sigue fumando en los pubs de Irlanda. ¿Que los que sigan comprando libros solo lo harán por el fetiche de poseer una biblioteca? eso no nos importa. Lo que no podemos negar es que hemos llegado a una nueva era en la forma de difundir la literatura. Donde nos damos cuenta de que mucho de lo que consideramos arraigado y tradicional era simplemente un medio de obtener otra cosa, en este caso solo cultura. Pongamos atención en lo que se avecina.
Nos vemos luego

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7 comentarios:

Blogger Isa ha dicho...

El siguiente paso es, acaso, un dispositivo capaz de generar obras literarias,se introducen los "pormenores" deseados y ZAz! en tus manos doscientas páginas de letras, palabras... literatura?

Yo sólo veo en estos nuevos métodos de difusión masiva un síntoma de nuestra aparentemente irreparable pérdida de religiosidad ante cuestiones tan importantes como en este caso es el enfrentarse a un libro, a una obra.

El olor a tinta que se acidifica, el peso de las hojas que nos acompaña, el cuerpo abierto, el lomo castigado en el librero, la "nueva era" que vomita información por todas partes no impulsa al hombre a ver dentro de sí, no hay más ritual, la sabiduría quedará empolvada en una biblioteca que en diez años aparecerá en una lista... las diez maravillas del mundo antiguo... en ése mundo donde aún no cobraba sus últimas cuentas el acero oxidado del progreso.

19 de mayo de 2008, 9:10  
Blogger Gerardo Martinez ha dicho...

Isadora:

Debo confesar que yo también soy un romantico que se deslumbra al ver una biblioteca tradicional.No obstante, lamento no estar de acuerdo contigo.
Creo que la nueva forma de difundir las letras no esta peleada con la religiosidad de la literatura, como tu la llamas.
Acepto que leo menos de que quiero y quiero leer menos de lo que debería. La era virtual ha traido consigo nuevas formas de creación y difusión literaria (este blog o los tuyos, por ejemplo). ¿Crees que la invensión de la imprenta devaluó la literatura? Yo creo que no, solo la cambió, creo que se adecuó a las formas de producción del mundo que la reclamaba. Lo mismo pasa ahora. En los medios virtuales puede uno encontrar cualquier cantidad de basura así como cosas de excelente calidad. Somos los lectores quienes debemos discriminar lo que leemos. Y eso pasa incluso en las librerías comerciales, recordemos que para todo hay mercado.
Cuando compramos un libro, mas allá del fetiche (que seguramente compartimos) de poseer el libro en si, compramos más bien su contenido. Eso es la constante literaria en esta revolución.

Agradezco tus valiosos comentarios. Espero que nos sigas visitando.

P.S. ¿Ya patentaste el dispositivo del que hablas en el primer parrafo?

19 de mayo de 2008, 15:55  
Blogger Fischer ha dicho...

Querido señor gerardo chino(¿no lo eres?...suenas a un escritor chino, no se por que) :
Cuando Apareció la televisión dijeron que la radio desaparecería por completo, cuando apareció la camara digital dijeron que desaparecería el formato manual reflex (sin embargo los camarógrafos por profesión, prefieren los rollos de exposiciones, por que así modifican manualmente sus fotografías en el estudio), cuando aparecieron los sindicatos dijeron que verían por el bien de los trabajadores.
A lo que me refiero es que las cosas nuevas que salen pueden resultar atractivas, cual cajita feliz de mac donalds para un niño (no tragan nada, pero estan felices con el muñequito, en este caso aplica el mismo principio).
Sin embargo, hay cosas que simplemente no pueden ser remplazadas; por eso sigue viva la radio.
Aqui lo preocupante, es que están facilitando, como tu dices, el fomento hacia el plagio, pues sera mas fácil compartir todo (whoops la ley de derechos de autor habla de plagios con motivo de lucro, y si compartes,y mejor aún, no se sabe quien eres, por estar en la red, que se le va a hacer,¿a quién castigarían?), lo cuál afectara profundamente a aquellos nuevos pensadores y románticos (lease la respuesta del comentario de isadora), y si de por si, no tenemos para el tacuche, así no tendremos ni para el calcetín (entre el zapato y el pantalon, donelly quee?).
con riesgo de aburrirte con este comentario(que es casi seguro jajaja), hay un punto bueno en ésto, autores independientes que no necesiten una editorial para difundir su obra, pues lo que gane, será para él, y no para la casa editora tranza que se roba como el 80% de lo que ganas, pero al finál, solo el futuro lo sabrá (por que tambien siento que eres mas existencialista que religioso, no se por que).

Bueno había otro punto por ahi que se me fué, pero bueno, será en otra ocasión, cuidese mucho señor ¿Cómo? ahh si, Gerardo, Que tenga buena noche, o buen día, o ambas, por que quizás el comentario no lo lea en una sentada (o parada si no tiene silla).

21 de mayo de 2008, 9:53  
Blogger Gerardo Martinez ha dicho...

Estimadísimo Pescado:

Roma no se hizo en un día.
¿Hace cuanto se inventó la cámara digital? ¿Es lo mismo la televisión que el radio?
Yo jamás dije que el libro desaparecería. Al menos no a corto plazo.
Supongo que eres de esos que aun oyen discos LP por que el i-pod es solo el muñequito de la cajita feliz. No se por que esa negación a las ventajas de una nueva forma de obtener lo que normalmente uno busca en un libro CON-TE-NI-DO. Dice Isadora:
"El olor a tinta que se acidifica, el peso de las hojas que nos acompaña, el cuerpo abierto, el lomo castigado en el librero..."

Me suena tan romántico como si el lector del futuro dijera;

"La pantalla rayada del uso, el peso de los chips de silicio, el sonido del ventilador que evita que se caliente..."

Digo, creo que eso poco tiene que ver con la lectura.

En cuanto al plagio, creo que los escritores tendrán que pensar el verdadero valor de su trabajo, así como el lector entender que la piratería y el robo de material terminará por extrangular al autor. Y en eso creo que radica la ventaja de esta forma de difusión literaria. Al bajar el precio del texto, a uno no le dolerá pagar sabiendo que apoyará al autor sin afectar demasiado a su bolsillo.
La transisión será lenta, o al menos eso creo, lo que si me suena a cierto es que en el futuro no lejano habrá Kindles cerca de nosotros, no para sustituir al libro, pero si para acercarnos más a las letras. ¿No crees?

Un cordial saludo

21 de mayo de 2008, 23:36  
Blogger Isa ha dicho...

El "progreso humano" ha ido construyendose sobre pilares hechos de invenciones, en eso estoy de acuerdo, si bien muchas de ellas han aparecido no como resultado a una necesidad específica, sino de manera accidental ( como soluciones a insingificantes y muy particulares requerimientos ) que después son implementados a gran escala y puestos en marcha como engranajes de una industria que se ha prometido a sí misma desde el inicio como imparable.

Creo que las ciencias humanas ( ciencias artes y técnica ) han llegado a un punto desde el cual les es muy dificil conciliarse las unas con las otras. Las verdaderas necesidades humanas ( y no lo digo yo, lee a Kandinsky, Morin, Fromm ) han sido supeditadas a las imposiciones mercantiles de manera que hechos como el trabajo en genética, la teoría de la relatividad, y muchos otros avances tecnológicos que en su origen fueron un alegre grito de evolución científica, se han vuelto en contra del hombre mismo, y si bien han construido mucho de lo que vivimos "cómodamente" hoy en día, hoy constituyen más un riesgo que un beneficio.

Espero que disculpes mi jamás reprimido radicalismo, en este caso estamos hablando del primo del ipod, y ya. No de grandes revoluciones ( o eso creo hasta ahora ) a mi me preocuparía la distancia abismal que existe entre el avance tecnológico y la evolución de la conciencia humana.
Bien dices que el valor de una obra está en su contenido , no en su presentación, pero yo pienso que la esencia de la literatura nos lleva a confrontarnos con muchas cosas, incluyendo ésto de lo que te hablo, el arte sigue siendo un privilegio, observa los gremios, quién lee, seguiremos viviendo en un mundo " pan y circo"
mientras el espíritu ( aunque te suene romántica la palabra " siga sirviendo a la corporación como mero pretexto y moneda de cambio.

De corazón espero que no sea así.
Ojalá que las nuevas tecnologías sean medios de verdadera difusión, y no queden en el olvido y el fracaso como pasó con la biblioteca Vasconcelos, o el proyecto de encilomedia.

He ahi un ejemplo de miles, realmente es necesario un aparatito asi? un kiddle? las personas no necesitan un juguete que facilite el acto de leer.

el ser humano necesita despertar no seguir jugando

hasta aqui mi loco y radical comentario

23 de mayo de 2008, 8:54  
Blogger Gerardo Martinez ha dicho...

Isadora:

Fundamentalmente estamos de acuerdo (ajuuuua!!). Creo que mi entrada del blog debio leerese mas bien como:

"celebro la llegada de una nueva tecnologia que, en lo particular a mi, me parece que será util".

y no como:

"el libro ha muerto"

Tienes razon al señalar que exageré al llamar una "revolucion literaria" a la llegada del primo del i-pod, pero bueno, asi somos a veces los que nos entusiasmamos tontamente con la tecnología. Pero no soy el único y el tema da (y ha dado) para hablar de el.

Un saludo bloggero

24 de mayo de 2008, 10:02  
Blogger Camilo Eugenio ha dicho...

Debo admitir que ahora sí estoy de acuerdo con Gerardo. Por más que odie estos nuevos "gizmos" que hacen todo por tí, o tener que leer en pantallas, grandes o chicas, siento que esto podría ser un paso adelante.

Antes de hablar de lo bueno, estas nuevas tecnologías han dañado un poco la tradición escrita, han herido mortalmente una de las fuentes más importantes y hermosas, las cartas. Ahora que todo se maneja por email y demás, la cultura de la carta se va perdiendo y en muchos casos se ha perdido. Me imagino que con el hackeo se puede acceder a cuentas de mail de ciertas personas y rescatar algunas cartas, pero para muchos otros, al cerrar su cuenta, o al tirar la toalla, muchas de estas cartas serán perdidas en la inmensidad de la www.

Pero bueno regresando a los libros... Yo también soy un fanático de los libros, no leo tanto como debería, pero me encanta tenerlos, hojearlos y formar una biblioteca personal. Pero siento que hay un problema con los libros, la accesibilidad y disponibilidad. Problema que este aparetejo puede resolver.

Es increíble cuando te encuentras un libro raro (viejo, agotado, extranjero, etc) en las librerías del centro, pero por lo general dependemos de las bibliotecas locales y escolares para encontrar estos libros, y muchas veces ni éstas nos pueden ayudar (por estar en colecciones y bibliotecas privadas)y debemos de conformarnos con lo que dicen otras personas acerca de estos libros. Con las nuevas técnicas digitales de reproducción, escaneo y demás, es más fácil poder poner estos libros a las manos de todos. Por esto aplaudo a estas nuevas tecnologías.

25 de mayo de 2008, 20:37  

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