sábado, 2 de mayo de 2009

Romance

Eran colores:
Tejer las luces,
Y acomodarlas,
Que te vistan como seda en cama.

Hay días que prefiero a otros
Mañanas en tus manos,
A veces silencios
Como los que curan las guerras y
Mi herida.

En el centro de mi espíritu
Perdura la lucha donde
Hemos de encontrarnos siempre.

martes, 31 de marzo de 2009

Sobre Wikipedia

Todos alguna vez hemos caído en la tentación de visitarla. Y habría que ser medio menso para no reconocer en el proyecto una idea brillante que ha tenido un éxito abrumador. Además es de comentar el que se haya mantenido firme en no tener un fin lucrativo, cosa rara en nuestros días. Pero ¿Hacia donde va la Wikipedia?

Hasta ahora no se reconoce a nadie como propietario (y, por lo tanto, responsable) de la enciclopedia libre aunque se adjudica su autoría a Jimmy Wales y Larry Sanger. La filosofía es simple pero de fondo fuerte: Una enciclopedia en línea libre, creada y revisada por sus mismos consultantes y no por un grupo de especialistas, como en el caso de las enciclopedias tradicionales. Es muy interesante la respuesta tan positiva y participativa por parte del público. Tanto que ahora la Wikipedia presume de tener más de 12 millones de artículos en todas sus ediciones. Se espera que en el futuro se cuente en este mundo con ediciones impresas de la Wikipedia.
La revista Nature realizó un estudio de la calidad de los artículos de Wikipedia comparados con la versión en línea de la Enciclopedia britanica. Concluye que la calidad de los artículos de ambas enciclopedias se encuentran dentro del mismo rango.

Pero aunque me cueste trabajo aceptarlo, no todo es miel sobre hojuelas. Si bien Wikipedia presume su libre contenido, a final de cuentas en los artículos donde hay controversia se apela a la decisión de un juez la publicación del artículo como revisado. En este sentido es Wikipedia una enciclopedia que no renuncia a los estándares tradicionales de la creación enciclopédica. En estos casos Wikipedia presenta los artículos como objetivos y neutrales, aunque exista la controversia sobre su contenido. ¿Por que no ser tan libre de presentar todo el ramillete de artículos (los escritos seriamente, por supuesto)
en vez de requerir la existencia de solo uno? ¿Nos servirá eso de algo? Despues de todo uno siempre terminará escogiendo blanco o negro, izquierda o derecha, La Jornada o el Reforma. Pero eso la haría una enciclopedia más completa. Imaginemos cuantos artículos de Hugo Chavez o la evolución existirían. Todos con la calidad que nos ofrece la Wikipedia. De hecho, en la entrada de Wikipedia sobre Wikipedia, si bien se menciona el artículo de Nature al que hago referencia arriba, no se menciona la controversia que existe sobre la fiabilidad de dicho estudio puesta en cuestión por la Britanica. Para mayor información véase la nota http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_4842000/4842918.stm

¿Quien subió los artículos de Coca cola o Mc Donalds? ¿Tendrán estas grandes trasnacionales gente pagada para dedicarse única y exclusivamente a revisar y discutir el contenido de sus artículos? ¿Y los gobiernos los tendrán? Tal vez Wikipedia no solo vive de voluntarios.
La importancia en nuestros días digitales de la letra impresa es aun descomunal. Por ejemplo, la enciclopedia britanica en su ultima edición (políticamente mas correcta con el gran país oriental) en la sección de China dedicada al Tibet, no habla ni de la guerrilla tibetana (1954-1974) ni de los levantamientos en esta región en 1989, fundamentales en su hisotria. Pero para esto podemos revisar ediciones mas antiguas de la Britanica y ver que era correcto decir en ese entonces. La memoria en papel es ahora mas dificil de destruir, al menos intencionalmente. ¿Alcanzaría el papel para imprimir todo el ramillete de artículos que necesitaría la enciclopedia libre? ¿De que manera obtendremos la información de como veíamos las cosas en el pasado sin confundirnos con artículos mal revisados?
No pretendo atacar de ningún modo el wikiproyecto, de hecho, yo soy un visitador entusiasta de la enciclopedia y promotor de su buen uso. Pero si procuro enfatizar algunas de las cuestiones en las que hay que poner atención para el mejoramiento de este proyecto al que estamos todos invitados a participar.
Por ultimo, a la Britanica en linea solo se tiene acceso si se paga. Eso convierte a wikipedia en la única alternativa (aunque si es única, ¿realmente es alternativa?) a la que muchos podemos acceder. Seguramente hay otras, pero yo francamente no sabría cual. ¿Por qué no se promocionan en internet las enciclopedias serias gratuitas, si es que las hay?
Los detractores de la Wikipedia nunca nos dicen en donde SI hay que buscar la información que uno requiere. Pero se rien si citas a la Wikipedia.

Si bien la forma de vertir conocimiento ha cambiado, tambien debe hacerlo la forma de consultarlo, citarlo y compartirlo. No podemos evitar emocionarnos al ver aparecer proyectos de este calibre, pero sí debemos sentarnos a pensar en las consecuencias del uso que hacemos de ellos y reconocer nuestra responsabilidad en su evolución. Si todo pueblo tiene el gobierno, la televisión y el futbol que pide, de nosotros depende ganarnos una enciclopedia libre que satisfaga esa necesidad. Solo de nosotros depende.

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martes, 24 de febrero de 2009

Aserrín, aserrán

...los maderos de San Juan(sic)
piden pan, no les dan
piden queso, les dan un hueso
y se les atora en el pescuezo.

Esta canción se le canta a los niños pequeños poniendolos sobre el regazo y balanceándolos hacia atrás y adelante. ¿Alguien le entiende a la letra?

Se supone que no debería cantarse los maderos de San Juan, sino los maderos del zaguán. Pero además de crujir o rechinar, que yo sepa, los maderos no piden pan. Los zaguanes son puertas grandes que dan hacia la calle, hacia lo público. Delimitan la propiedad privada. Lo público de lo mío. Creo que empiezo a ponerme socialista.

En todos los lugares donde existe la propiedad privada (o al menos en casi todos) existe miseria y desigualdad. No son los maderos los que piden pan, son los que estan detrás de ellos. No se abren los zaguanes si alguien del otro lado pide pan. No ves un rostro, solo escuchas hablar a los maderos. Piden pan, no les das, piden queso, les das un hueso para que se les atore en el pescuezo.

Del otro lado de los zaguanes se escucha otro cantar, los maderos dicen otras cosas. Yo no lo se de cierto, pero tal vez los pobres cantan otra cancion a sus hijos, mientras los mecen de atras para adelante;

Aserrín, aserrán
a los maderos de San Juan(sic)
pedimos pan, no nos dan
pedimos queso, nos dan un hueso
y se nos atora en el pescuezo.

¿Entenderán ellos la letra?

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sábado, 14 de febrero de 2009

Un año señoras y señores!

Y aun que realmente esto empezó unos cuantos dias después, yo propongo que oficialmente hoy sea el cumpleaños de este blog. Hace exactamente un año la plática sobre su creación se llevó a cabo en un fracaso de fiesta que pretendía celebrar a San Valentín. Fue un año largo, bisiesto y además alargado un segundo para eso de los ajustes calendáricos.
¿Cuantos temas se han tocado? ¿Cuantas polémicas se han generado?
No podemos decir que este blog no ha cumplido su función. Aqui ha habido lugar para la queja, la reflexión, la poesía, la música, la nota mordaz y el gusto de molestar. Esperemos que este año cobre fuerza.
Brindemos por aquellos que escribieron concienzudamente, por los que lo hicieron sin el mínimo respeto por la seriedad, por los que prometieron dar continuación a sus textos y no lo hicieron y por aquellos que con su silencio dijeron mas que con mil palabras. Celebremos que aquí no hay editor, no hay mayor censura que la propia. Que tenemos la posibilidad de ser leidos por millones y no lo somos ni por docenas. Que en este blog dejamos registro de nuestras inquietudes, de nuestras pasiones y nos enteramos de las ajenas.
En fin, celebremos por un blog que aun después de un año no termina de cuajar.

martes, 3 de febrero de 2009

Ciudad Mil

Ciudad ciudad ciudad ciudad ciudad
Lo que espero de todas las mujeres
Las mujeres que se incendian
Cuyas cabezas son las que se incendian
Las que arden en llamas como cuando
Una ciudad se derrumba por que está
Ardiendo en llamas ya en
Ruinas,
Una ciudad es una mujer
Una mujer es una ciudad
Un pájaro
Dos pájaros
Un pájaro
Dos pájaros
Un pájaro,
Hábitos delincuentes
Y el perfume que los enamora,
Dos mil los edificios
Que hoy se abandonan,
La carne y libros
Zapatos técnica
Técnico técnico técnico técnico técnico,
Una ciudad es una mujer
Una mujer es una ciudad,
La nata come toda la no-nata,
Es la no-cosa,
La ciudad es la no-cosa,
No-cosa, no-cosa, no-cosa,
No-cosa, no-cosa, no-cosa, no-cosa.
Treinta y cinco, veinte mil los cocineros
Hijos de los otros cocineros,
Ratas del espacio vacío pero siempre ocupado, la no-cosa,
Hemos de despertar bien por que ahora es de mañana, y
En la mañana la ciudad desaparece:
Un pájaro
Dos pájaros
Un pájaro
Dos pájaros.

(Nota: las mayúsculas son producto de la auto-corrección de la cosa ésta, el programa aquel, ya saben).




sábado, 17 de enero de 2009

Cuius regio, eius religio

El Presidente Calderón en el VI Encuentro Mundial de las Familias 2009
Miércoles, 14 de Enero de 2009 Discurso
Ciudad de México

Gracias.
Muy buenos días, amigas y amigos.
Los saludo con afecto, con gusto, fraternalmente.
Saludo, desde luego, al señor Cardenal Ennio Antonelli, Presidente del Pontificio Consejo para las Familias.
Al señor Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México.
A Monseñor Carlos Aguiar Retes, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Y les agradezco muchísimo la invitación que nos formularon a Margarita y a mí, bueno, nos la formularon a toda la familia, pero los niños tienen clase el día de hoy, así que no pudieron venir.
A todos nuestros distinguidos visitantes.
Saludo, desde luego, a mi amigo el Gobernador Marco Antonio Adame, Gobernador del Estado de Morelos.
A Mayela, su esposa.
También a presidentas del Sistema de Desarrollo Integral de la Familia, aparte de Margarita Zavala, a Cristina Maiz, de Nuevo León; a Gabriela López, de Durango; a Isabel Aguilera, de Chiapas; a Imelda Guzmán, de Jalisco; a Tere Calles, de Tabasco; Margarita García, de Puebla; a Martha Martínez, de Guanajuato; y especialmente a la señora Xiomara Castro de Zelaya, esposa de mi amigo, el Presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que está aquí presente.
Saludo también a todos los señores obispos, arzobispos, cardenales, invitados especiales.
Saludo también a los pastores, obispos y líderes de otras iglesias y asociaciones religiosas presentes en México.
Y a todos ustedes, a todas y a todos ustedes, amigas y amigos, que vienen de distintas partes del país, y especialmente a quienes vienen de distintas partes del mundo, sean ustedes muy bienvenidos a México.
Sean ustedes bienvenidos, como ya dijeron aquí los señores cardenales, a esta tierra de María de Guadalupe y de San Juan Diego, también de los Mártires de la Persecución, y también, no puedo omitir el comercial, del primer santo mexicano, que es además mi patrono, que es San Felipe de Jesús.
Las palabras de la Suave Patria, de López Velarde, que dicen, precisamente, ahora a propósito de los tiempos que vivimos que: Suave Patria, frente al hambre y al obús, un higo te dará San Felipe de Jesús; se aplican precisamente a lo que mucho siente y mucho quiere este pueblo de México.
Saludo a todos los que vienen, insisto, del mundo; saludo a quienes desde todos los continentes se hacen aquí presentes, en México. También saludo a las mexicanas y a los mexicanos aquí presentes, que hicieron un gran esfuerzo para organizar este Encuentro de las Familias.
Saludo a mis paisanas y a mis paisanos michoacanos, que sé que se dejaron venir en serio. Saludo también a quienes han sido parte, responsables, no faltará quien diga que culpables, pero en fin, de mi formación y mi educación, son varios: a los Hermanos Maristas, desde luego, a las Misioneras del Espíritu Santo, a las hermanas del Verbo Encarnado.
Y también por aquí saludé a las Hermanas Guadalupanas del Plancarte, que está a una cuadra de mi casa, allá en Morelia, y que me dio mucho gusto saludar; y desde luego, a quienes se encargan, además, de la educación de mis hijos que son las Hermanas de la Asunción, a quienes les tengo un gran aprecio y afecto.
Quiero darles la bienvenida, amigos, en nombre del pueblo y del Gobierno de México. Me es muy grato que hayan escogido a nuestro querido país como sede de este Encuentro de las Familias, y puedo asegurarles que para cualquier evento de cualquier signo, ideología, religión, que precisamente, promueva valores y principios fundamentales para México, nuestra Patria siempre tendrá los brazos abiertos.
Quiero decirle al señor Cardenal Ennio Antonelli, se lo diré al señor Cardenal Bertone y, desde luego, les transmito a los miembros del Colegio Cardenalicio, aquí presente, que le transmitan un saludo muy respetuoso a Su Santidad el Papa Benedicto XVI, que la verdad es que lo extrañamos en México y que aquí lo vamos a seguir esperando siempre con los brazos abiertos.
Para los mexicanos es un gran honor ser anfitriones de este VI Encuentro Mundial de las Familias, en especial nos sentimos orgullosos de que esta importante reunión se realice por segunda ocasión en una Nación latinoamericana.
Asisto con emoción a la inauguración de este foro que busca una mejor convivencia humana. Saludo a quienes nos visitan del extranjero y, desde luego, a las y a los participantes mexicanos.
Celebro que en esta edición se aborde un tema que convoca a la unidad y al trabajo conjunto de todos los seres humanos: el papel que juega la familia en la formación de valores y, particularmente, en la construcción del bien común de nuestras sociedades.
Como ustedes saben, los recibe una Nación con una firme tradición familiar. Decía Manuel Gómez Morin, que la familia mexicana mantuvo con su propia integridad la integridad de los más altos valores humanos y nacionales, y conservó para México la posibilidad de vida y de reflorecimiento.
Estoy convencido de que la familia no sólo es el corazón de México, sino el corazón de toda sociedad; es la estructura que da sentido a la vida económica, política, social y cultural; es la base sobre la que se construye la identidad, los principios y los valores de las personas y la premisa básica para alcanzar un desarrollo humano sustentable, que definiera Paulo VI, como el paso de condiciones menos humanas a condiciones de vida cada vez más humanas.
El hogar es la primera y la más decisiva fuente de educación, que permite desarrollar todas las demás capacidades del ser humano. Es ahí donde se forjan y se transmiten los valores culturales, éticos, sociales, espirituales; los valores económicos, los valores políticos, todos ellos esenciales para el bienestar y el progreso de las personas y de las sociedades.
La familia es también el primer ámbito en el que se experimenta y se vive la comunidad, es el espacio donde se forja la vocación de servicio a los demás, la solidaridad, la responsabilidad, la tolerancia, la honestidad, el respeto a los demás, el amor al trabajo; valores fundamentales para alcanzar una vida comunitaria en paz y en armonía.
Es en la familia donde se puede aprender el principio fundamental de la solidaridad, que uno es responsable no sólo del destino propio, sino del destino de los demás.
Es ahí donde verdaderamente puede fundamentarse un desarrollo humano integral o donde también puede perderse.
Una familia unida, protectora y transmisora de valores, que promueve el desarrollo de virtudes cívicas y de virtudes humanas es, sin lugar a dudas, un entorno favorable para el aprendizaje y especialmente para el ejercicio de la justicia y el ejercicio de la honestidad, tan necesarios en nuestra sociedad contemporánea.
En México, como en todo el mundo, la sociedad está cambiando y con ella también se está transformando la vida de las familias y de las personas.
Tenemos que ver que son ya millones de niños los que nacen o se forman en el seno de una familia integrada únicamente por la madre y su hijo.
En México más de cinco millones de familias están encabezadas por la madre, por una mujer. También presenciamos cada vez más que, de acuerdo con la legislación civil, la práctica de divorcio propicia que muchas familias vivan un proceso de desintegración y de reintegración, en ocasiones hacia nuevos núcleos familiares.
Este fenómeno es real y, aunque preocupante, es fundamental afrontarlo desde la perspectiva de los valores. Esta situación a lo que debe impulsarnos es a fortalecer, y fortalecer más que nunca, lazos familiares fundados en valores, sustentados en la confianza, en la lealtad, en el respeto recíproco, en la sinceridad y, sobre todo, en el amor.
El amor en todas sus expresiones dentro de la familia, amor paterno, amor conyugal, amor filial, amor fraterno.
Ahora bien, que el hecho de que estos fenómenos ocurran y ocurran cada vez más, no debe llevarnos ni a ignorarlos y menos a dejar en el desamparo a quienes viven en esta situación.
Las personas tenemos el deber de incorporar y de respaldar a quienes forman parte de una familia integrada por una madre soltera y su hija o hijo, o bien por un nuevo matrimonio o, particularmente, de quienes en los suburbios de las ciudades o en los pueblos que sufren la migración en nuestro país carecen de la presencia cotidiana de sus padres o de sus hijos.
Tenemos que encontrar la manera de apoyar a quienes por diversas razones no forman parte de un núcleo familiar tradicional.
Decía San Pablo, a quien por cierto se celebra en este año eucarístico, en uno de sus más bellos tratados, que permanecen la fe, la esperanza y el amor, pero de estos tres el mayor es el amor.
Por eso el elemento cohesionante que es, precisamente, amor o caridad en la familia debe de expresarse no sólo con quienes las integran, sino también con aquellos que por alguna u otra razón no tienen la oportunidad de crecer o formarse en un núcleo familiar estable y con principios firmes.
Quienes tenemos la fortuna de pertenecer o de formar parte de una familia sólida estamos obligados a la solidaridad, a transmitir los valores que nos dan fuerza y nos identifican y a buscar la manera de compensar subsidiariamente desde la comunidad, desde las organizaciones sociales, desde las comunidades intermedias, desde las instituciones públicas y, por supuesto, desde el Gobierno a quienes no tuvieron esa oportunidad de vida de familia.
Por eso, y solidaria y subsidiariamente, nuestro esfuerzo debe ser cada vez más intenso y más fuerte con quienes no tienen y nada tienen, con quienes carecen de todo, con quienes requieren subsidiariamente de la sociedad para esa formación indispensable del ser y del quehacer humano.
Tenemos una responsabilidad especial con quienes más lo necesitan, con quienes más sufren la carencia de familia, como lo son, por ejemplo, las niñas y los niños en situación de calle. Este grupo vulnerable, como muchos otros, es un claro ejemplo que clama y que exige un llamado a la solidaridad, a la justicia, a la caridad.
En este caso su única familia sólo puede ser, y me atrevo a decir, que debe ser la sociedad misma.
Por ello, es responsabilidad del Estado reconocer y tutelar la familia que es la célula básica de la sociedad. A los gobiernos nos corresponde este papel subsidiario y solidario de crear condiciones de seguridad, de seguridad económica, de seguridad social, de seguridad pública, de seguridad jurídica, de seguridad cultural y política que hagan posible el pleno desarrollo de las familias y de cada uno de sus integrantes.
Por eso el Gobierno debe diseñar y rediseñar, una y otra vez, políticas públicas transversales y que atiendan integralmente las necesidades de las familias.
Por eso la construcción del bien común, que exige de todos, y especialmente de quienes gobernamos, una definición cotidiana, una realización cotidiana de este bien común, una determinación y claridad acerca de cuáles son las condiciones de la vida social que permiten y propician un desarrollo integral de las personas, por esa razón estamos trabajando en muy diversos frentes, a partir de una perspectiva de bien común que entiende a la familia como un núcleo central de la sociedad.
Algunos de esos frentes son, por ejemplo, en el terreno de la seguridad.
Hoy las familias mexicanas, como en muchas otras naciones, particularmente nuestra América Latina, enfrentan un paisaje y un ambiente de inseguridad; el crimen y la violencia, la exacerbación de la violencia amenazan la tranquilidad de quienes más queremos.
También amenaza esa tranquilidad la misma apología del delito; por ello, hemos desplegado y seguiremos desplegando todo el poder del Estado en contra de aquellos que amenazan la paz y pretenden esclavizar con la droga a nuestros hijos, al mismo tiempo que construimos los cimientos de legalidad para mejorar nuestras leyes y nuestras instituciones de seguridad pública y de justicia.
Nuestro compromiso es firme y lo hemos asumido con toda determinación; sabemos que sembramos hoy lo que queremos que otros mexicanos cosechen mañana.
Hoy sembramos un compromiso claro y determinado para liberar a nuestras sociedades de las garras de los delincuentes, para enfrentar a la criminalidad, para vencer a la nueva esclavitud del Siglo XXI, que son las adicciones, y que el día de mañana las familias mexicanas, las nuevas generaciones de mexicanos disfrutarán, estoy seguro, un nuevo escenario de paz, de justicia, de seguridad y de tranquilidad que desde hoy estamos construyendo los mexicanos.
Vale la pena señalar, amigos, que la proliferación de individuos que hacen de la violencia, del miedo, del crimen y del odio su forma de vida coincide, por desgracia, en una gran medida, con la fragmentación y la disfuncionalidad que afectaron su entorno familiar.
Un gran porcentaje de personas que fallecen en enfrentamientos entre grupos criminales en México y que provocan, desde luego, la mayor atención de la sociedad y de los medios de comunicación son particularmente jóvenes y jóvenes que están totalmente desarraigados de un núcleo familiar; son adolescentes y jóvenes que se formaron en la carencia absoluta no sólo de valores familiares, sino de familia misma.
De ahí la importancia de avanzar también en la regeneración del tejido social, en la impartición de valores desde la más temprana edad, en el fortalecimiento de las familias y de los lazos que unen a sus integrantes y a las familias entre sí.
Por eso estoy convencido que para tener un México más seguro, para combatir las adicciones también es necesario, hoy más que nunca, fortalecer a la familia mexicana.
Segundo. En el terreno de la economía familiar, por citar otro ejemplo. Hoy sabemos que el mundo atraviesa, no sé si por la crisis más severa de la época moderna, pero sí por la crisis más severa en el mundo que hayamos contemplado varias generaciones.
Es por eso que el Gobierno Federal ha promovido con todos los sectores sociales la concreción y la firma del Acuerdo Nacional en favor de la Economía Familiar y del Empleo, porque sabemos que si la economía debe tener como centro el ser humano, debe tener como objetivo el bienestar de las familias mexicanas.
Y como parte de este Acuerdo, con el fin de contener y reducir la inflación que drena, precisamente, los ingresos de los que menos tienen, de los pensionados, de los asalariados, de las familias con menores ingresos en el país, el Gobierno Federal tomó la decisión de congelar el precio de las gasolinas y de reducir el precio del gas doméstico en un 10 por ciento por todo lo que resta del año.
Porque sabemos que esto le preocupa a la gente, preocupa a las familias y haremos un esfuerzo presupuestal en éste y en distintos frentes de la política social para beneficiar a millones de hogares.
Por otra parte, las microempresas, los pequeños negocios, las tiendas de abarrotes, los talleres donde millones de familias encuentran su sustento económico, también se verán beneficiados con este Acuerdo.
Vamos a ampliar los créditos que reciben, a asesorarlos y no sólo eso, sino que mi Administración se compromete a que cuando menos la quinta parte de todas las compras que efectúe el Gobierno Federal se realizarán a pequeñas y medianas empresas mexicanas, que también son en mucho empresas familiares.
Tercero. Sabemos que los primeros años de la vida de una persona, de una niña o de un niño son primordiales para su salud el resto de su vida. Y por eso, tal y como me comprometí hace dos años, cuando decía que si en la sabiduría popular cada niña o cada niño que nace viene con su torta bajo el brazo, decía que viniera con su torta bajo el brazo pero también, por qué no, con un seguro médico bajo el brazo.
Y así, desde el primer día de mi Gobierno, desde el primero de diciembre de 2006, hoy cada niña o cada niño que nace en nuestro querido país tiene un seguro médico de por vida para ella o él y su familia: el Seguro Médico para una Nueva Generación, que lo acompañará de por vida y que significa que hoy, en dos años, más de un millón 600 mil pequeños y sus familias ya gozan de servicios médicos, de los cuales carecían.
Hoy en todas las familias se dice que la salud es lo primero. En el Gobierno Federal estamos haciendo esfuerzos e inversiones para incrementar los servicios de salud.
Por ejemplo, hemos reforzado el ISSSTE, hemos reforzado el Seguro Social, y en dos años hemos triplicado, triplicado el Presupuesto Federal para el Seguro Popular.
A este ritmo, amigas y amigos, en México alcanzaremos una meta a la que aspira cualquier Gobierno humanista en el mundo: a que en el año 2011 y para iniciar el tercer siglo de la Independencia de México, México alcanzará la cobertura universal de salud, es decir, todas las mexicanas, todos los mexicanos, todas las familias, sin excepción en nuestro país, tendrán garantizado médico, medicinas y tratamiento médico a su alcance para cualquier enfermedad.
Cuarto. En favor de las familias también estamos apoyando a las mamás que trabajan, a las mamás que necesitan trabajar y a las que tienen preocupación de dónde dejar a sus hijos pequeñitos.
Estamos apoyando también a las familias que tienen desempleo pero que pueden cuidar en su propio barrio y en su comunidad a las hijas o los hijos de otras madres trabajadoras.
Y por eso con el Programa de Estancias Infantiles se brinda un apoyo, especialmente a las jefas de familia para que puedan tener tiempo de trabajar y sacar adelante a sus hijos. Y en menos de dos años hemos acondicionado ocho mil 200 Estancias Infantiles en todo el país, hemos dado trabajo a casi 40 mil personas y también hemos apoyado a casi 200 mil madres trabajadoras que han podido incorporarse al mercado de trabajo, además de cuidar sana y responsablemente a sus hijos.
Sexto. Para nosotros fortalecer a la familia significa también fortalecer la educación, y no sólo incrementar la cobertura con más de 50 nuevos centros de educación superior este año, sino que hemos emprendido un Acuerdo por la Calidad Educativa que busca, sí, elevar la calidad de las matemáticas y de las ciencias, o del idioma, que se imparte en las escuelas.
Pero también busca, y yo diría fundamentalmente, elevar la formación en valores, elevar la formación ética y cívica de nuestros hijos, porque sabemos que si la familia debe protegerse en algún lugar, debe protegerse y fomentarse, precisamente, en la educación de nuestros hijos.
Y sexto. Finalmente, estamos impulsando políticas de equidad entre el hombre y la mujer en las políticas públicas. La sociedad empieza finalmente, qué bueno que lo haga y ojalá lo haga más rápidamente, a valorar el papel fundamental de la mujer en la familia y en la sociedad, en la cultura, en la economía, en la política.
Durante mucho tiempo se había discriminado a las mujeres en la casa, en el trabajo, en la calle y en los programas públicos. En mi Gobierno trabajamos para eliminar los obstáculos que enfrentan las mujeres.
Por eso a través del Programa Nacional por la Igualdad entre Mujeres y Hombres avanzamos en materia de igualdad jurídica, de derechos humanos, de no violencia y de no discriminación hacia la mujer.
Por eso contemplamos ampliar oportunidades laborales y económicas de las mujeres y reducir la desigualdad con respecto al hombre, porque sabemos que fortalecer a la mujer, sea madre trabajadora o sea madre ama de casa, y más aún si es ambas cosas, madre trabajadora y ama de casa, como fortalecer a la hija o a la nieta o a la hermana, es fortalecer a la familia, por eso fortalecemos a la mujer mexicana, para fortalecer a la familia y fortalecer a México.
Amigas y amigos:
Tengo plena confianza en que de este Encuentro, de este Congreso, surgirán nuevas ideas, nuevas iniciativas, nuevas propuestas para encarar los retos que enfrentan las familias en nuestras sociedades.
El fortalecimiento de la institución familiar merece, necesita la unión de las capacidades y de la inteligencia de todos, porque sólo tendiendo las manos, sólo acercando los corazones, sólo compaginando nuestras acciones tendremos éxito en la tarea de consolidar a la familia como el eje del bienestar y el progreso de las personas.
Ante los problemas y las amenazas de nuestro tiempo la respuesta de fondo es la solidaridad, es la caridad, es el amor sincero, fraterno, verdadero.
El compromiso con la familia es el compromiso con estos valores. Sé que son muchas las amenazas y las preocupaciones de quienes queremos ver fortalecida a la familia mexicana.
Yo sólo puedo decirles, y para concluir, lo siguiente:
Primero. Que agradezco, y agradezco muchísimo, agradezco todas las oraciones, todas las peticiones, toda la solidaridad que muchas y muchos de ustedes, y muchas mexicanas y mexicanos en todo el país diariamente hacen pidiendo, precisamente, para que podamos cumplir bien nuestro trabajo y se proteja nuestra familia. Lo agradecemos de veras.
Y también pido que de este Congreso surja un nuevo rumbo, una nueva fuerza y un nuevo espíritu que conduzca, precisamente, a la plena realización de todo aquello en lo cual creemos.
No olvidemos, no olvidemos que en una sociedad plural como la nuestra, plural como el día de hoy, como el mundo de hoy, el pluralismo es en sí mismo una enorme fortaleza; que en esa sociedad plural más éxito tendremos en la medida en que seamos capaces de buscar con otros más las coincidencias que nos acercan, que las diferencias que nos separan.
Y que el instrumento más poderoso, el instrumento más sólido y el que ha demostrado durante siglos su fuerza promotora de los valores y de las ideas es el testimonio, es el ejemplo.
En la medida en que seamos capaces de llevar nuestros actos a la altura de las ideas y de los valores que profesamos, en esa misma medida estaremos más cerca de ver hecho realidad esos principios y esas ideas que profesamos.
Que sea el testimonio lo que construya mejores familias para nuestro querido México y para todo el mundo.
Enhorabuena y muchísimo éxito en este Congreso de las Familias.

Copy-paste de http://www.presidencia.gob.mx/prensa/?contenido=41421

Nos vemos luego

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lunes, 22 de diciembre de 2008

I fell into a hole