viernes, 29 de febrero de 2008

Pensamiento Complejo

That in the beginning when the world was young

there were a great many thoughts but no such thing as a truth.

Man made the truths himself and each truth

was a composite of a great many vague thoughts.

All about in the world were the truths

and they were all beautiful.

Sherwood Anderson, The Book of the Grotesque

Estamos en el primer instante de percepción, contemplamos frente a nosotros todo el paisaje que nos permite nuestro ángulo de visión. Diversas figuras son reconocibles en base a distintas cualidades del paisaje como color y profundidad, de éstas, dos se nos presentan en un plano más cercano. Lo siguiente es denominarlas; tenemos que ambas comparten los mismos colores, comparten las mismas texturas, tienen una relativa similitud en cuanto a forma, por lo tanto podemos asumir que ambas figuras son semejantes. Nombrémoslas árboles. De ahora en adelante todas las cualidades que envuelven las figuras percibidas quedaran encapsuladas en el término árbol, hemos asignado todos los atributos conocidos y por conocer de la figura a una palabra. Sin embargo sabemos que estás figuras están separadas, por lo tanto tenemos dos unidades de lo que denominamos árbol. A causa del lugar que ocupan en el espacio podemos separarlas, en base a esto podemos distinguirlas: tenemos árbol de la derecha y árbol de la izquierda.

Pensamiento Científico-Reduccionista

Ahora presenciamos un nuevo fenómeno, una manzana se desprende del árbol de la izquierda y sigue un trayecto vertical hacia abajo, eventualmente lo mismo sucede con el árbol de la derecha. Dado que el fenómeno no se hubiera repetido, tendríamos que subdividir nuestra definición de árbol entre árbol cuyas manzanas caen y árbol cuyas manzanas no caen. Sin embargo podríamos decir que, dado que los únicos dos árboles que conocemos tienen manzanas que caen, las manzanas de un árbol tienen que caer para que sea un árbol, y conforme observamos nuevos fenómenos manifestados por ambos árboles, todos éstos se agregan a las reglas necesarias para que un figura sea un árbol.

En el hipotético caso de que encontráramos otras figuras durante nuestra contemplación, todas estarán sometidas a una comparación con nuestro concepto de árbol. Ya no partirán de un principio en cero, todas tendrán el antecedente del árbol. Supongamos que encontramos otro árbol: tronco, ramas, hojas y manzanas. En el mismo instante que lo presenciamos asumimos que sus manzanas también caerán, sus hojas se pondrán amarillas y sus ramas ondearan con el viento, como hemos presenciado con los otros árboles.

Pensamiento Complejo-Pragmático

Volvemos al momento en el que separamos por primera vez nuestros árboles, tenemos el árbol del lado derecho y el del lado izquierdo. Presenciamos la caída de la manzana en el árbol izquierdo y esperamos la asumida caída del derecho, pero en este caso no cae. Con una nueva postura no esperamos que lo que pasa en un árbol pase en el otro: el fenómeno que observamos es innato al árbol izquierdo, y a pesar de las semejanzas no hay ninguna obligación para que el fenómeno se repita en el árbol de la derecha. Nuestro objeto de estudio es el árbol de la izquierda, no los árboles en general, no hay necesidad de generar expectativas de repetición para el fenómeno. Se puede llevar a cabo la comparación de ambos fenómenos: árboles cuyas hojas se ponen amarillas, cuyas ramas se ondean y cuyas manzanas no caen, con árboles cuyas hojas se ponen amarillas, cuyas ramas se ondean y cuyas manzanas caen, pero es imposible formular un nuevo patrón de comportamiento para el caso de otro árbol o de los árboles en general.

Si sucediera el hallazgo de una nueva figura, un nuevo reconocimiento tendría que ser hecho, no partiríamos de lo observado anteriormente con sus semejantes, concebimos a la figura como un ente distinto, por lo tanto con propiedades únicas.

Pensamiento Complejo-Riguroso

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Conclusión

Ya desde principios del siglo XX, Heidegger había enunciado la crisis de la ciencia con la sociedad y el individuo: el principio práctico que la hacía útil y verdadera se había perdido. El pragmatismo de la ciencia se ve aplicado en el reconocimiento de las figuras como árboles, son agrupados en una categoría y a su vez sus partes se agrupan en categorías que los definen. El encasillamiento (Morin lo plantearía como consecuencias mutilantes, reduccionistas, unidimensionalizantes y finalmente cegadoras) de sus elementos parte de la simplificación del análisis separado, objetivo de simpleza que también anhela el pensamiento complejo. Desde éste punto de vista se puede ver la aportación de Morin como una vuelta al pragmatismo de la ciencia.

El cambio sustancial en ésta nueva fase es el desuso del pensamiento intuitivo, el objeto de estudio pasa a ser único, no hay necesidad de extrapolar, no hay necesidad de leyes, no hay generalizaciones. El análisis pasa a intentar comprender todas las variables involucradas en un fenómeno, a hacer caminos de estudio unidireccionales que partan en busca de lo particular sin intención de volver a lo general, que se interrelacionen con otras disciplinas libremente, ignorando las especializaciones. Con esta postura hay una especie de reubicación de la posición humana de acuerdo a su lugar en el universo: dejamos de ser perceptores de leyes universales (concepto de ciencia popularizado) para ser simples contempladores sintetizantes que pretenden comprender dentro de los límites iniciales. Nuevamente Heidegger planteó: “en todas las realizaciones auténticamente humanas, uno no puede ser sino precursor del otro”.

Difiere, a mi entender, el concepto planteado por Morin con el método aplicado; pero esto se da por la necesidad justamente del pragmatismo de la aplicación. El tercer apartado de los puntos de vista según los pensamientos es el aspecto riguroso del pensamiento complejo, es el planteamiento estricto de Morin aplicado sin un fin práctico. Entendiendo que la complejidad es una “palabra problema” tenemos que afrontarla como tal, es decir: la complejidad rigurosa no acepta ningún tipo de síntesis, es un pensamiento incapaz de abstracción, es una contemplación sin propósito. Es por esto la ausencia de descripción en el tercer encabezado, la contemplación de los dos árboles con complejidad rigurosa no admite si quiera el nombramiento de árboles, ya que el lenguaje es una síntesis del pensamiento. Extrañamente acepta la postura de Hegel de la contemplación de la esencia de las cosas mediante su resultado final, pero contradice la síntesis a travez del pensamiento. Es un acercamiento a la contemplación animal, casi vegetal.

Creo que los tres pensamientos cumplen con un orden histórico y social a partir de sus aplicaciones prácticas en función de la temporalidad humana. Es decir, la ciencia cumple con funciones pragmáticas que muestran un porcentaje aceptable de resultados obtenidos a corto plazo. El pensamiento complejo práctico tiene un menor nivel de aplicación, pero se podría asumir que a largo plazo los resultados obtenidos tienen mayor validez y sustento más estable. La ausencia total de pragmatismo en el pensamiento complejo riguroso lo hace casi inconcebible su aplicación por humanos.

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