lunes, 25 de febrero de 2008

Los ricos tambien lloran.

“…y además os digo que es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico al reino de los cielos

Una de las pocas frases que tengo bien presente en mi memoria que provenga de la Biblia. ¿Pero que nos quiso decir Cristoloco con esta frase? Bienvenidos seamos a los pantanosos terrenos de la interpretación, obscurecidos por los densos nubarrones de la traducción.

La primera interpretación que yo recuerdo haber oído de la afamada frase es la literal; Un camello no cabe en el ojo de una aguja, por lo tanto si usted es rico, no vaya al cielo por que san Pedro no le va a abrir. Muchos católicos (al menos que yo conozco) se han quedado con esta. Un problema muy común en las sagradas escrituras es el de la traducción. Se supone que fue san Jerónimo quien hizo esta traducción de la Vulgata y en su infinita estupidez, tradujo kamelos como camello, cuando en realidad kamelos era una cuerda ancha con la que se amarraban los barcos. Busque usted en Internet y verá que muchos otros se quedaron conformes con esto. Una cuerda es similar a un hilo y esto le da un poco mas de sentido a la frase, la interpretación sigue siendo literal; un kamelos no cabe por el ojo de una aguja. Marcador global: Pobres 2 – Ricos 0. Dirían los ricos que ellos no tienen la culpa de su clase social.

Todos sabemos que Cristo no era una persona a la que le gustara hablar literalmente. He aquí otra interpretación, que según algunos, debemos entender metafóricamente en el contexto cultural judío de principios de la era cristiana. El ojo de una aguja, era una pequeña puerta perteneciente a los portales de una ciudad por la que podían pasar los hombres a las ciudades después de que aquellos fueran cerrados. Aun en nuestros días pueden verse estas puertecillas en los portales de las catedrales. Incluso en algunas tiendas, es por ellas por donde nos venden el alcohol a altas horas de la noche. Interpretemos literalmente para entender la metáfora. Para que un camello pase por el ojo de una aguja, este debe despojarse de su carga y pasar arrodillado. Esto simboliza al rico que se despoja de sus bienes materiales y se arrodilla ante dios. Esto quiere decir que NO es imposible que un rico entre al reino de los cielos, pero difícil si es ¡Chin!

No obstante debo decir que para todo hay. Un católico rico que desconociera lo de las puertecitas, pero conociera lo de los kamelos, podría decir que no es imposible meter un kamelo en el ojo de una aguja. Claro, para lograrlo tendría que convertir el kamelo en hebras y pasarlas una por una. Tarea difícil pero no imposible. E incluso un católico pasado de listo que no conociera más que la interpretación literal del versículo traducido, podría argumentar alguna fumadez de la teoría cuántica diciendo que la probabilidad de que un camello pase por el ojo de una aguja es muy baja pero no cero, por lo tanto es posible.

Pero no hay duda de que hay una interpretación que se vuela la barda. La encontré en mi larga investigación para esta interesantísima reflexión; Un kamelo es una cuerda con la que se amarraban los barcos. El ojo de una aguja es una portezuela por la que fácilmente pasa un hombre. Bueno, pues mucho más fácilmente pasa una cuerda. O sea que para un rico entrar al reino de los cielos si es cuestión de enchílame esta. Todo esta en saber traducir e interpretar…

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